miércoles, 30 de julio de 2014

Capelina, Babero o collar victoriano.

He puesto tres nombres para una misma prenda porque no tengo muy claro cual es el real.
He comprado prendas muy semejantes que vienen con diferentes denominaciones.
Pero creo que lo importante no es como lo llaman unos u otros, sino las imágenes.
Muy frecuentes a finales del siglo XIX, se usaban sobre todo en la noche, para ir al teatro.
Daban prestancia y clase al resto de la ropa que llevaba la dama.
Yo solo los conozco en negro, ligadas al luto.
Realizadas en cristal negro. A modo de gran babero (es mi nombre preferido, pues para mi las capas son mayores, y los "collares" algo más pequeños). Tiene cuatro tipos de piedras diferentes.
Se encuentra en muy buen estado, y aunque le falta algún abalorio, la gran mayoría está intacta.
No he podido encontrar imágenes de la época de pinturas, fotogrfias o grabados de señoras con este complemento.
Seguro que las hay, ya que eran muy frecuentes, y han llegado bastantes hasta nuestros días, así que si alguno de ustedes las tiene, agradecería me las hiciesen llegar.
El material base es el mismo que se usaba para adornos de la indumentaria tradicional en numerosas zonas de unestra geografía.
Espero que les haya gustado, y ya saben, si alguien puede arrojar luz sobre su nombre "real", o imágenes de la época, no duce en comentármelo.


lunes, 21 de julio de 2014

Arapiles II

Aunque lo que voy a poner a continuación se sale un poquito de lo habitual en el blog, permitánme que les enseñe algunas fotografias del  III Campamento de Instrucción de la Asociación Napoleónica Española, ANE.
Para mi todo un mundo a descubrir. Los uniformes, las diferencias entre unos y otros, la instrucción, limpieza de armamento, vida en comunidad, etc, etc.
En el 2012 celebraron el bicentenario de la Batalla de Arapiles, y la asitencia fué muy numerosa. En esta ocasión no se recreaba la batalla, pero un pequeño grupo nos reunimos, haciendo vida de campamento, y ellos, instrucción y otros quehaceres propios de la vida militar.
Asistian un grupo de Portugal, (ya que en 1812 había también portugueses en la batalla), muy bien equipados y disciplinados.
A diferencia de otros campamentos, en este caso no había mas que un fuego nocturno y muy cuidado, y no numerosas fogatas para preparar la comida, ya que el riesgo de incendio era grande.
Había un pequeño mercadillo, con numeros puestos y ciego con coplas incluido.
El sábado por la noche una cena, a la que además de con todos los del campamento asisiteronnumerosas personas  del pueblo de Arapiles que se habian hecho ropa especial para el mismo.
Estaba amenizada por un estupendo cuarteto .
Hubo un intento de baile de la época, que para ser la primera vez no quedó mal. Pero para otra ocasión se mejorará. Hemos aprendido que un  ensayo previo no estaba de más, tanto con los militares, como con la gente del pueblo.
El domingo por la mañana una marcha hasta el Gran Arapil con la intención de depositar un ramo se flores en el monumento allí instalado.
La marcha fué larga desde el campamento, (no estoy acostumbrada). El sol no era muy fuerte, y la lluvia no hizo su aparición, a diferencia de lo que sucedió el sábado.
Por el camino uno de los presentes nos hizo una descripción muy interesante sobre el desarrollo de la batalla.
Durante el recorrido la gente del pueblo nos acompañó, tanto a pie como a caballo.
Al final, después de depositar el ramo de flores, unas palabras de Carlos, el presidente del a ANE, y disparos de las tropas.
Algunos consiguieron una presa, que no era francesa precisamente y que cologaron de su zurrón. No se como lo hicieron pues la pólvora era solo de fogueo.
La bajada, más fácil y rápida que la subida, nos llevó a refrescarnos y tomar algo en el pueblo. 
Cogimos las bolsas con la comida, desmontaron campamento y a casita.
Gracias a todos los asistentes que hicieron de nuestra estancia unas jornadas muy agradables. Podría nombrar a muchos de forma personal, pero prefiero no hacerlo para no dejarme a nadie en el tintero.
Gracias.

domingo, 20 de julio de 2014

Recreación Napoleónica en Arapiles I

Cuando el viernes por la tarde me puse en camino hacia un pueblo de Salamanca llamdo Arapiles, no sabía muy bien con que me iba a encontrar.
Confiaba en que sería una buena experiencia dentro de la recreación, pero era algo muy diferente a lo que hasta ahora había hecho.
He estado de espectadora en alguna otra, pero desde "dentro" no sabía  que debiamos hacer.
Yo no conocía a nadie salvo a dos personas de Augusta. Todo ha salido estupendamente y ha sido una experiencia muy grata.
Todos los que asistian eran militares salvo una persona, Ana, muy rodada en estos lances. Nosotras haciamos de "pueblo", por lo que tratamos de llevar unos trajes neutros, que no correspondiesen a ninguna zona en concreto de la geografía española.
En mi caso era una saya de estameña, tejida en Val de San Lorenzo con telares antiguos y que tengo desde hace años.
Un justillo que es de lana , muy rústica y basta. Antigua y que recuperé salvando lo que no estaba apolillado, y tiñendo en dos colores diferentes para hacer dos justillos distintos; granate que lleva Marta y el azul que llevo yo.
Un tercero menos rústico, pues es de seda, nos hizo el "apaño", pues no tenía más de "diario".
El mantón es también antiguo, con manchas y desgastes propios de la edad, y que debió ser mayor de lo que es actualmente y que alguien cortó.
La camisa es de algodón, el mandíl, también antiguo, de unos 100 años, y de joyería unicamente una "ahogadera" de "piedras romanas" o piedras vítreas.
Se completaba con unas medias de lana beis y una faltriquera de igual color y origen que el justillo.

miércoles, 9 de julio de 2014

Corsé Regencia

Quería hacerme un corsé tipo regencia muy sencillo y corto.
Como mis habilidades e interpretación de patrones, normalmente en inglés, no es buena, me decanté por un tipo de corsé que estaba a mi alcance.
Los patrones los hice "a ojo", basándome en los modelos antiguos y simplificando al máximo.
Utilicé dos telas de algodón duro.
Quería que los tirantes fuesen laterales para que no se viesen con los vestidos que tengo de regencia.
Basándome en estos modelos hice un prototipo para ver que tal salía, y en un futuro modificarlo o hacerlo con más detalles.
Como ven lusé telas de dos colores, y he aprendido que en la próxima, la parte externa, al menos, será blanca, para que no transparente en los vestidos claros y finos.
Los ojales los hice a mano abriendolos poco a poco, para no romper las telas.
Los detalles bordados los tiene el tercero de los puestos arriba, el marrón, semejantes a estos.
Hice unos patrones muy sencillos, para que me quedaran para otros futuros corsés.
Al ponerlo aplasta todo. Supongo que a la que tiene algo se lo resaltará, en mi caso me deja plana completamente....
Si les sirve de ayuda para algo semejante, me doy por satisfecha.







jueves, 3 de julio de 2014

Pericones. Big fan.


La época dorada del abanico fué el s. XVIII, en que estaban todos realizados a mano, eran objetos exclusivos, y en su construcción se usaron diferentes materiales, muchos de ellos "preciosos", trabajados por artesanos muy especializados que hicieron auténticas obras de arte.
Eran complementos de lujo, utilizados en exclusiva por las clases más altas. Signo de poder y riqueza.
En el s. XIX comenzó su fabricación en serie. Se extendió su uso. Clases más populares tuvieron acceso a el. Los materiales empleados, en muchos casos, eran más normales.
Esto hizo que se utilizaran como propaganda de eventos, bodas reales, Exposiciones universales y otros muchos. Además de reclamos comerciales y de propaganda política.
En este siglo ( XIX) las comunicaciones, el comerdio, y con ello el intercambio de todo tipo de cosas hizo que también los abanicos pasaran de unos paises a otros, y en muchos casos no sea sencillo saber su origen.
Las modas fueron cambiantes, no en todos los sitios a la vez, y datar algunos resulta más complicado.
Fotografía de señoras de finales del XIX, peincipios del XXdisfrazadas, llevando todas ellas grandes abanicos
Centrándonos en los dos que les quiero enseñar hoy, les diré que a finales del s XIX aumenta el tamaño del abanico, alcanzando grandes dimensiones y recibiendo el nombre de "Pericones".
En la década de 1880 a 1890 son muy abundantes. 
Tambén a principios de s. XX con decoraciones modernistas se ven estos pericones.
Los dos que les pongo son muy semejantes, varillaje de madera, pais de seda, con doble cara, la anterior pintada a mano, y la posterior sin adornos.
Ambos llevan puntilla en el final del pais, y guarda adornada con dorados,
La conservación es bastante buena en los dos. Uno de ellos lleva una borla que ahora está suelta.
Las dimensiones del beis es de 35, y en el dorado 31 cms.



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