domingo, 29 de septiembre de 2013

Botones victorianos de pasamaneria. Buttons victorians

Me gustan los botones. De todas las épocas, modelos, colores, materiales y formas.
De vez en cuando compro algunos que me llaman la atención, sin saber muy bien cuando o donde los usaré. Pero estos de las fotografías son de 1860. ¡ Ojalá fuesen de mi propiedad¡.
Me sucede lo mismo con la pasamanería, sobre todo con la antigua.
Pero cuando se juntan botones y de pasamanería, es el matrimonio perfecto. 
Guardo fotografías de botones de pasamanería, la mayoría de ellos corresponden a vestidos de crinolina o polisón.
Les pongo algunas de estas fotos para que gocen con esas maravillas.
Creo que hay gente que sabe hacerlos. No es mi caso. Así que me conformo con verlos en imágenes.
Pienso que unos botones bonitos cambian completamente un traje, un vestido, una chaqueta...todo.
Y aunque actualmente no suele traer la ropa botones bonitos, en algunos casos cambio los que tienen de serie por otros que guardo en casa.
Pero para la ropa victoriana me parece muy importante, si es posible, ponerle unos botones lo más adecuados, o unos que pasen desapercibidos.
En algunos casos, como estos últimos, el objeto del botón no es pasar por un ojal, sino cerrar mediante otra pasamanería.
No me digan que los botones de colores de ese traje de 1860 no son deliciosos. ¡Cada uno de un color ¡
Y como colofón una prenda con muchisimos botones...¡Estarian una hora para abrocharla¡
El otro día encontré en un rastro unos botones de pasamanería. Son actuales, pero están realizados con cordoncitos, y me parecieron maravillosos. Están sin usar. Restos de una mercería que cerró, creo.
No se donde acabarán, si en ropa de recreación o en un vestido actual, pero nada más verlos sentí que me llamaban y que debían venir a casa conmigo.
Los morados son de mayor tamaño que los rojos. Tienen 3 y 4,5 cms de diámetro.
Los morados creo que son demasiado grandes para ropa victoriana, así que espero darle otro uso.
No fueron caros. Espero que les haya gustado la entrada. Gracias por visitar mi blog y a todos aquellos que comentan algo.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Joyas de pelo II. Anillos de pelo. Hair ring.

Después de dos entradas dedicadas a las joyas realizadas con pelo, explicando su historia, en una, broches en otra, y diferentes facetas de este complejo mundo de la joyería de la época victoriana, me quiero centrar en los anillos.
El punto más álgido de la joyería de luto, y dentro de ella, la realizada con pelo, alcanzó su máximo explendor a la muerte del Principe Alberto, donde la reina y toda la corte vistió de negro, y como consecuencia de esto llevaban unas joyas acordes a su indumentaria.
La variedad de los anillos es casi tanta como la de los broches.
Tal vez porque al ser de pequeño tamaño el coste era menor que la de otras joyas de este tipo, y estaba más al alcance de todo el mundo.
Anillos con forma de aro , mayoritariamente de pelo, y con un pequeño detalle en metal.
Con una protección de metal para el pelo.Con muchas variantes;
Pelo visible en todo el circulo Observen el detalle de la lupa en el corazón, que permite apreciar mejor el trabajo del pelo. igual que en el de abajo
Protegido, y oculto .
Visible desde el interior.
Visible siempre.
De los más frecuentes, con inscripción.
Visible debajo de las letras.
Piezas más raras son las siguientes:
Con forma de hebilla de cinturón y esmaltes, uno de mis favoritos.

Una auténtica obra de arte, con forma de serpiente.
Otro muy sencillo.
 Realizados en oro de diferentes kilates.
Con o sin inscripciones.
Como han podido ver, hay una variedad inmensa...y eso que solo he mostrado los que tienen forma de aro.
 Con el pelo al descubierto en muchos casos, oculto en otros. 

Las perlas ya saben que significan lágrimas.
Los granates son también acompañantes frecuentes de estas joyas.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Pantalones bombachos. Bloomers. Pantalones victorianos femeninos

En una época de enaguas, crinolinas y corsés , surgen los primeros pantalones victorianos, los bloomers.
A mitad del s. XIX se ven por primera vez en Occidente unos pantalones semejantes a los que llevaban las mujeres en Oriente.
Fué Amelia Jenk Bloomer, una activista americana, defensora de los derechos de la mujer, la que a través de una revista que dirigía ,  dió a conocer estos pantalones, y defendió su uso en una sociedad que no los aceptaba porque rompían con todo lo establecido en indumentaria.
Amelia conoció de la existencia de estos pantalones , porque vio el atuendo, con influencia turca, de la hija de un congresista.
En 1851  dió a conocer estos pantalones en su revista, pidió la opinión de las lectoras, e inmediatamente aparecieron defensores y detractores que aplaudieron y condenaron, con igual pasión, estos pantalones.
Estos pantalones tomaron el nombre del apellido de Amelia.
Dentro de las reclamaciones de las mujeres, un vestido más cómodo , también estaba entre ellas. Los pantalones que en Europa y América eran exclusivos de los hombres, por primera vez se plantearon como prenda femenina. Pero la sociedad de aquel momento con roles muy diferentes para los dos sexos, marcaba estas diferencias en el comportamiento y por supuesto en la forma de vestir. Impensable para la mayoría, que las mujeres tomaran como propia una prenda exclusivamente masculina hasta aquel momento, y que tenían la intención de que siguiera así por mucho tiempo.
El intento de reforma del vestido femenino provocó una tremenda reacción de burla y sarcasmo en una parte muy importante de la sociedad. Los caballeros y las damas de la alta sociedad los rechazaron ampliamente, y solo algunas mujeres muy avanzadas siguieron esta tendencia. Pero no tuvo éxito, ya que las mismas sufragistas dejaron este intento porque pensaban que desviaba la atención de sus múltiples reivindicaciones en un único tema, que no era el más importante.
Debieron de esperar las mujeres casi cuatro décadas, para que los pantalones, los bloomers, volvieran a ser usados por la mujer.
En este caso, a finales del siglo XIX se utilizaron para una actividad deportiva: montar en bicicleta.
 Poco después se extendieron a la práctica de otros deportes como el golf, montar a caballo, etc.
Gracias por su visita al blog. 


lunes, 9 de septiembre de 2013

Costura

Va a empezar el curso escolar, y en mi caso, como se suele hacer también a principios de año, la lista de buenos propósitos, cosas a cambiar o mejorar, es larga.
Entre ellas , y de cara a los blog, a la recreación, son varias las cosas que me gustaría se cumplieran:
-Hacer tres entradas, al menos, al mes, una de ropa antigua, otra de costura mía, y la tercera de formación sobre algún tema.
-Asistir a dos eventos de recreación, pues por falta de organizarme en algunas ocasiones...no he ido, y luego me arrepiento.
Veremos si se cumplen. Este año tengo un evento al que quiero ir, de aquí a dos meses, para lo cual he de hacer un traje, son necesarios dos, pero el otro lo tengo.
Uno de los principales inconvenientes es probarse los trajes a uno mismo, es complicadisimo, y una de las cosas que más me retrasan en los proyectos.
Además espero tener cerca a otra persona con los mismos objetivos costuriles, y espero que esto me ayude a no dormirme en los laureles.
He "ambientado" la entrada con cuadros de diferentes épocas que muestran a mujeres ricas y pobres, cosiendo. Unas supongo que por placer y otras por necesidad. En mi caso, actualmente, es un placer, cuyos resultados les iré mostrando en el blog, y espero que sean de su agrado.

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