martes, 4 de septiembre de 2012

Blusa negra victoriana.

Cuando andaba haciendo el traje blanco y negro que han visto ustedes, y casi sin tiempo para terminarlo, me faltaba aún la blusa para llevar con ese traje.
Y entonces, como dice el refrán "Cuando menos esperas salta la liebre", y encontré en una tienda española (La mayor parte de las cosas que compro son de fuera ), esta blusa y otras dos piezas.
La blusa me encajaba estupendamente para el vestido.
Yo la había pensado de cuello alto, trasparente, al menos las mangas y la pechera..., y esta se ajustaba bastante bien a lo que yo quería, y además ¡era de la época ¡.
Si a eso añadimos que la talla me valía, y que está en bastante buen uso, y no es seda u otro material que como me sucede con algunas piezas son absolutamente "imponibles" , pues me había solucionado el problema.
Por detrás tiene un pico. En las fotos está colocada al revés en el maniquí. Pues en un principio pensé que el pico iba hacia adelante..., pero me equivoqué.
El cuello en su interior lleva varias mini-ballenas para darle cuerpo e impedir que se caiga.
Solo me faltaba un forro para poder llevarla con dignidad.
Como pueden ver tiene un encaje del mismo tipo que el usado en la falda, realizado con la misma técnica.
La tela es una especie de redecilla, que está casi perfecta.
Esta sería la parte delantera y el pico que ya han visto la trasera. La falta de "pinzas", el ser muy suelta en su confección me llevó a equivocar la delantera y la trasera.
 Las mangas repiten como todo adorno las grandes jaretas que hay en el cuerpo, y un pequeño volante en los puños.
 La tela del volante ha perdido un poco de color.
 Le faltan únicamente los corchetes o ganchos para cerrar. Se ven las marcas de donde estuvieron, pero no hay ni uno.
Donde menos se piensa salta la liebre.

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